Terapia Enactiva basada en atención plena y compasión
La “Terapia Enactiva Basada en Atención Plena y Compasión” (TEBAPC), es una visión que permite reestablecer el verdadero sentido de la existencia humana a través de un re-encontrarse con la propia experiencia. Que no es más que la experiencia de estar presente con nosotros mismos, estar en el momento presente en nuestras emociones y en nuestros actos. Es la experiencia de mirar a los demás y a uno mismo con una amorosa-compasión.
La TEBAPC es una técnica que tiene tres fuentes: La mirada Enactiva, proveniente de las Ciencias Cognitivas, la meditación original de las técnicas budistas de vipassana o Mindfulness y Tonglen o Dar y Recibir, y la psicología budista que entrega un modelo de la estructura de la mente y el sufrimiento.
El Programa
Es una terapia grupal de entre 6 a 8 personas, de 21 sesiones. Donde destaca el recorrido experiencial, utilizando distintas técnicas meditativas y de introspección, donde el terapeuta actúa como un guía y acompañante que ayuda al consultante a abordar, aceptar y superar las emociones negativas o perturbadoras que nos involucran en el sufrimiento o disconformidad y desarrollar las emociones positivas que permiten establecer un sentido de vida acorde con los intereses del consultante.
¿Que es Terapia Enactiva Basada en Atención Plena y Compasión?
Es una técnica que surge de la combinación del avance científico del entendimiento de nuestra mente, las diferentes técnicas de meditación y la psicología cognitiva. Esta técnica se enmarca en los desarrollos que ha tenido la psicología al acoger técnicas meditativas como el mindfulness.
La intención es abordar las enfermedades centrales del siglo XXI, como son el estrés, la depresión, la fibromialgia, TOC, o el suicidio, que cada día crece más, y es quizás una de las expresiones más terribles de este siglo. Si el siglo pasado se caracterizó por enfermedades de tipo viral o bacteriano, este siglo se caracteriza por las enfermedades de tipo mental.
Al ser las enfermedades de tipo mental las predominantes, incluso la presencia de un terapeuta es insuficiente para evitar o aliviar el sufrimiento de estas personas. Esto se debe a que el terapeuta solo puede actuar desde su propia experiencia, que no necesariamente es coincidente con él del solicitante.
Estas enfermedades sólo pueden solucionarse si la propia persona inicia un camino espiritual, es decir, un camino individual de investigación de su propia psique, guiado por un terapeuta.
Las ciencias cognitivas, estudian como un individuo conoce el mundo, como participa en el mundo, al hacerlo si tenemos una mirada errada de la realidad, nos llevará inevitablemente al sufrimiento. Hay una historia que refleja esta situación, un hombre maneja su auto y al entrar a una curva tras un cerro, otro auto que viene en dirección opuesta le grita: “cerdo”. El hombre del primer auto se siente ofendido y se enoja al constatar ser tratado como cerdo por un perfecto extraño. El hombre sigue por el camino y cuando el auto rodea el cerro, ve un cerdo en el camino. La historia muestra como el hombre del segundo auto le estaba alertando de una problema en el camino, pero debido a un mal entendimiento, el hombre del primer auto se enojó. Hay muchas cosas que parecemos no ver – como la impermanencia, la oportunidad de tener un cuerpo humano y tener condiciones adecuadas para un buen vivir –que nos hace caer en la miseria del sufrimiento. Es decir, al igual que el budismo, la principal causa de nuestro sufrimiento es una interpretación errada de la realidad.
¿Por qué vemos erróneamente la realidad?
Porque sólo percibimos una parte de ella y no la totalidad. Es decir, porque sostenemos un punto de vista, que nos identifica con algo, una postura, una opinión, etc. Pero, sin duda, lo que crea casi todos los problemas es la identificación que hacemos de nosotros mismos. Llamamos esta auto-identificación de nosotros mismos como “ego”. El ego no existe, no tiene una existencia material, es sólo una creencia, determinada por nuestra forma de vida. Así si alguien se siente identificado como alguien productivo y
esa productividad no ocurre nos deprimimos o estresamos. La única forma de salir de esta falsa creencia corporeizada , es una investigación personal de sí mismo. Este es el rol de la meditación en esta terapia.
¿Por qué es una Terapia Enactiva basada en Atención Plena y Compasión?
Hoy en día hay una serie de terapias basadas en mindfulness (Atención Plena). Es decir, la persona a través de una variante simplificada – pero no por ello menos efectiva – de la técnica vipassana, logra desarrollar la atención plena, de estar presente, que la previene de caer en estados aflictivos. Sin embargo, el mindfulness no es suficiente para desarrollar estados mentales positivos, se requiere otra técnica meditativa, que es Tonglen. (Mindfulness también aporta en desarrollar la capacidad para sostener las emociones positivas).
Estas dos técnicas por si solas ya constituyen una terapia. Sin embargo, no abordan como las personas y en general todos los seres conscientes construimos nuestro mundo. Como señalamos, es la creencia de una identidad que nos identifica – que segmenta el mundo, entre lo que me gusta y lo que no me gusta la que genera el surgimiento de las emociones aflictivas y que nos hunden en el sufrimiento. Este “ego” o identidad no es material y pareciera ser mental, es más un pensamiento o creencia.
Este nos hace surgir una dicotomía en nuestra existencia, que genera ansiedad, y es la separación del cuerpo y la mente. Esta idea que cuerpo y mente viene del tiempo de Descartes (1596-1650) cuando señaló que el cuerpo y la mente son dos entidades diferentes. La perspectiva enactiva – la palabra enactiva significa en-acción – es una mirada más que una herramienta y fue puesta en escena por Varela, Thompson y Rosh(1991)[1], y desde entonces ha habido una explosión de artículos, una infinidad de papers y una serie de libros sobre el tema. E incluso la enacción es hoy en día candidata a ser el nuevo paradigma de las ciencias de la mente. F. Varela (1987) describía la enacción con el poema de A. Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. La enacción tiene ideas precisas que la definen (que ya veremos en un próximo artículo), pero para efectos de presentar la idea general, se puede decir que: el mundo que vivimos, surge, no está pre-establecido, este surgimiento viene de la relación de interdependencia entre nuestro cuerpo, nuestra mente y el medio ambiente. Y que el mundo lo construimos para mantenernos vivos.
Esta mirada es más que el constructivismo de Vygotsky o Piaget, implica que el mundo no es solo mental, que las enfermedades no son solo mentales, también están corporizadas y situadas en el tiempo y el espacio, es decir son contextuales.
Esta mirada, por ejemplo, no corresponde a la medicina popular actual, donde todas las enfermedades del cuerpo, nada o poco tienen que ver con las emociones. Así si se está resfriado solo tiene que tomarse unas pastillas y en nada se considera las emociones involucradas, ni el medio ambiente donde uno se desempeña. Al observar esta aproximación enactiva, vemos que la felicidad no se encuentra, solo en estados mentales positivos, sino que requerimos que el medio de vida que incluya el cuerpo y el medio ambiente, que sean apropiados para el surgimiento de estados positivos. Es decir, la felicidad no está ni adentro ni afuera, sino en lugar intermedio. La mirada enactiva es la que proporciona esta unión. Nuevamente al observar esta unión, vemos que mi felicidad es parte de la felicidad del otro y que la felicidad del otro es parte de mi propia felicidad. Actuar en el mundo –enactuar el mundo – es también hacer acciones que beneficien a los demás, eso se llama altruismo.
Así la TEBAPC, recoge ésta mirada de la unión de cuerpo-mente-medio ambiente y la une con las técnicas meditativas que permiten que se desarrolle el fin de la terapia, que es que un individuo participe en el mundo no solo impulsado por el ansia de la felicidad momentánea, sino que, con las herramientas de la atención plena focalice su atención en las emociones positivas y le permita re-construir su vida, o establecer su propia misión de vida, con una mirada altruista que le conceda vivir una vida plenamente feliz.
Nota: Información tomada de:
https://felicidadsustentable.cl/cursos/terapia-enactiva/
Esta terapia fue desarrollada por Luciano Lundup